San Bernardino, Caracas.- Al ritmo de “Corre caballito”, entonado por la agrupación Voces de Esperanza, trabajadores y trabajadoras del Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica (MPPEE) asistieron a una emotiva misa que, con un llamado a reforzar la unidad, celebra el nacimiento del Niño Jesús.

La eucaristía realizada en la Torre Ministerial de San Bernardino, ubicada en Caracas, contó con la dirección del padre Alve Castellano, en compañía del personal activo y jubilado del sector eléctrico, quienes reafirmaron sus votos por la paz y la prosperidad nacional.

A través del canto acompasado de las tradicionales parradas “El ángel Gabriel”, “Noche de Paz” y “Mi Burrito Sabanero”, quedó de manifiesto el valor de la solidaridad que caracteriza a la época decembrina. En este sentido, la familia del sector eléctrico elevó peticiones para la salud de los enfermos, los más vulnerables, así como por los niños y las niñas venezolanas.

Con buenos augurios, asistentes a la ceremonia revalidaron sus deseos por la concreción de un camino de éxito para el pueblo. Sobre esto, Gisela Gamboa, jubilada del sector eléctrico, abogó por que se mantenga la fe y extendió sus palabras de gratitud por este espacio para el reencuentro.

“Muy agradecida con todas las misas que nos han regalado. Deseo una feliz Navidad para todos con prosperidad”, subrayó.

Por su parte, Nelsón Alayón, trabajador adscrito a la Oficina de Atención Ciudadana, calificó como “espectacular” los reencuentros espirituales, dado que “profundizan el amor, la unidad y el entendimiento para fortalecer la fe y la esperanza”.

Al término de la misa de aguinaldo, el padre Alve Castellano agradeció la masiva participación a los cuatro encuentros, así como el compromiso de la Asociación Civil para los Trabajadores y Trabajadoras del Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica (Asoelec) para el desarrollo de estas jornadas que llaman a la reflexión.

“Vamos a celebrar el nacimiento de Jesús, que nace en nuestros corazones; y vamos a darnos la oportunidad de experimentar, de vivir de la mano de Jesús, que solamente quiere que cumplamos la voluntad de Dios. ¿Y cuál es la voluntad de Dios? Que seamos felices”, recalcó.

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